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martes, 18 de marzo de 2014

Esta asi por las drogas

"Esta así por las drogas"                         


Les presento aquí uno de mis primeros escritos como respuesta al encuentro con la clínica de adicciones
                                                                                                                                   
                                                                                                                                      Trabajo presentado en Jornadas SADA, Bs. As, 2007

  En una sociedad donde los sujetos se nominan como consumidores, y un Estado que se maneja con leyes del mercado, se presenta como dificultad recibir sujetos desarraigados de lo Simbólico que toman prestado un nombre que les es ajeno.
  Considero importante analizar dicha dificultad , ya que, aquellos que intentamos sostener una praxis operando desde la Ética psicoanalítica y no desde la moral del Amo, debemos realizar cada vez una lectura critica de nuestra posición. 
  Estas reflexiones se dirigen a pensar la categoría toxicómana como una forma de inserción en el discurso social, específicamente  el Discurso Capitalista, y especialmente en el caso de pacientes que se nominan a través del ser toxicómano intentando suplir , fallidamente, una metáfora paterna abolida.

Comenzare con algunas viñetas clínicas  que nos introducirán en la complejidad de la clínica cotidiana:

  • Dario (22 años) ingresa a la guardia de un hospital con un cuadro de excitación psicomotriz . Se presenta diciendo: "Estoy así por las drogas", a partir de lo que, inmediatamente, es derivado al equipo de adicciones bajo el diagnostico "Trastorno por abuso de sustancias". En entrevistas posteriores, Dario, al igual que su familia, refieren que "empezó a consumir marihuana a los 14 años", y luego de haber recibido tratamiento psicológico y abandonarlo, "se encerró en casa, por fobia a la gente, solo sale de noche, a correr por la calle, sin motivo...". Dario no consume drogas desde entonces, sin embargo, refiere que su problema son las drogas: "la droga me encoagulo (sic), me encerró y perdí todo lo que hacia antes..."
  • Dardo (32 años), ingresa al Servicio de desintoxicación en muy mal estado general, refiere consumo compulsivo de paco. Durante las entrevistas, relata la presencia de la muerte de su madre en un accidente, a los 18 años, mientras su hermano  estaba jugando con un arma, acto después de lo cual, se suicida. Dardo, testigo del horror, comienza a tener pesadillas reiteradas con aquella escena, y mas tarde aparece su hermano retornando desde lo real convocándolo al suicidio, que intenta fallidamente 6 veces, hasta que decide probar con el consumo de paco: "Vi la propaganda, el paco mata, pero a mi no me funciona..."
  • Claudio (30 años), se presenta como agente de salud, solicitando su "inmediata internacion" ya que "es alcohólico" . Al preguntarle acerca de su consumo, refiere que actualmente consume los fines de semana para poder estar con sus amigos. En relación al comienzo de su consumo, refiere: " Yo era una persona normal hasta que me recibí y brinde, en ese momento, el alcohol llego a mi cerebro y me convertí en alcohólico... así ya no pedo trabajar, mi cuerpo tiene que liberarse del alcohol, del toxico, todavía siento el alcohol recorriendome las venas, internarme es la única solución a esta tortura..."
  Ante estas presentaciones, me pregunto sobre una función paterna fallida, un modo particular de goce y el lugar en el que automáticamente es alojado en las instituciones que se supone, están hechas a la medida de los pacientes. ¿Como trabajar entonces, alojando un decir, sin insertar una estructura de demora que impida que esta apuesta por el ser sea redoblada? Como hacerlo, sobre todo en los casos donde el consumo brinda en determinadas estructuras, cierta desestabilizacion?  Mas allá de las singularidades del caso por caso, me detendré en esta oportunidad en consideraciones que apuntan a la subjetividad de nuestra época.
  Sabemos que la construcción de la subjetividad debe ser interpretada a la luz de las representaciones vigentes. Es en estos tiempos donde la implementacion de políticas neoliberales ha modificado el concepto de Estado democrático para transformarlo en el concepto económico de Mercado. Dentro de este modelo, es que la ideología de la globalizacion intenta transformar sujetos adaptados, atomizados, obedientes, fragmentados, hedonistas y fundamentalmente  consumidores. Sujetos clientes del mercado, consumidores de un orden social que creen inmodificable.
  "Ser drogadicto", nos enfrenta en muchos casos, a sujetos identificados masivamente al S1, tomado prestado del Otro social, marcando su existencia y auxiliando a su circulación o a la pertenencia a un grupo. Este ser, efecto de una identificación alienada, soldadura entre el sujeto y el Ideal (tomado como conjunto de significantes que indican los valores del Otro), permite al sujeto nombrarse imponiendo un velo, una pantalla para acceder a su singularidad, pero al mismo tiempo, alojado en un lugar ( ya sea como enfermo, ya sea como  consumidor), dentro de una trama de instituciones especificas y en discursos y practicas medico-legales a los que el paciente se subordina y a los que se ofrece.
  Eric Laurent (2007), nos da posibles pistas para los tratamientos posibles de la toxicomania : el tratamiento por el sujeto, donde la toxicomania aparece como síntoma y tiene entonces como eje la division subjetiva; el tratamiento por el saber, donde se trata de negociar el goce mortifero en nombre del saber sobre los derechos y deberes como paciente; el tratamiento por el objeto, sustituyendo el objeto droga por otros objetos igualmente alienantes aunque socialmente aceptados, y finalmente, el tratamiento por el S1, el envés del tratamiento del sujeto barrado, la identificación al ideal, tema que nos convoca. En relación con este ultimo, me pregunto: ¿El único lugar posible para un adicto, una vez atravesado el camino que le ofrecen las instituciones especializadas... es el de ser un ex- adicto?... Parafraseando a Lacan, podríamos pensar en los "adictos" como los nuevos ilotas del régimen  El régimen los exhibe... mírenlos como gozan.
 Retomando la pregunta sobre nuestra praxis, la propuesta entonces sera, por un lado,  apelar a la escucha de cada singularidad, como dispositivo de recepción de un sujeto, evitando reduplicar el lugar asignado ya sea desde su estructura, ya sea desde la estructura social, y al mismo tiempo, realizar una lectura critica de nuestra posición frente a las significaciones sociales que sostenemos desde nuestro lugar con la finalidad de no validar y=o reproducir las categorías mortificantes del sistema.
  Terminare con una frase de Maurice Blanchot, citado por Marcusse: "Lo que nosotros negamos no carece de valor ni de importancia. Mas bien a eso se debe que la negación sea necesaria. Hay una razón que no aceptaremos, hay una apariencia de sabiduría que nos horroriza, hay una petición de acuerdo y conciliación que no escucharemos. Se ha producido una ruptura. Hemos sido reducidos a esa franqueza que no tolera la complicidad..."

Lic. Silvia M. Perez


http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Eric-Laurent-psicoanalisis_0_697730446.html  


  


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